Trasdosado directo

Este tiene por finalidad el revestimiento de superficies con deterioro, humedades, desniveles, etc. También se usa para revestimiento de vigas, columnas, locales, etc.   La terminación resulta en acabados completamente rectos y nivelados. Este se consigue pegando directamente al muro interior las placas Pladur o placas de yeso laminado.  En el caso se muros exteriores suelen instalarse placas con material aislante incorporado para otorgarle las características térmicas requeridas.

Trasdosado autoportante

Las placas de aislamiento térmico se colocan entre los montantes de la estructura auxiliar de apoyo de los paneles de yeso laminado, fijados mecánicamente a los perfiles Finalmente se aplica un acabado decorativo como acabado final de los paneles. Al ser autoportante, no utiliza el cerramiento como soporte.

Este es el tipo de trasdosado más común utilizado en la construcción de viviendas ya que con él se consigue unas mejoras notables de aislamiento acústico y térmico en  el muro aplicado.  Este ofrece mas ventajas que el trasdosado directo ya que nos permite utilizar la zona muerta o hueco entre el elemento construido y el muro existente para poder pasar por el interior cualquier las instalaciones técnicas tales como electricidad, agua potable, térmicas, ventilación, acústicas, etc..

 

El sistema de trasdosado interior se adapta al tipo de cerramiento existente y lo mejora. Además ofrece las siguientes ventajas frente a otros sistemas:

– Es una intervención rápida y sencilla, ya que es un sistema de construcción en seco, sin tiempos de espera de secado.

– No necesita instalar andamios, invadiendo la vía pública. Es una obra menor.

– Permite sanear y nivelar el cerramiento existente desde el interior así como alojar las instalaciones que discurran por él.

– Mejora el aislamiento térmico, y en función de las prestaciones de aislante que se coloque, también el aislamiento acústico.

– Se adaptan a todo tipo de obras tanto en nuevas construcciones como en obras de rehabilitación.