Un espacio libre de ruidos
Un buen aislamiento acústico permite disfrutar de un recinto confortable y eficiente. Concretamente la función de los aislantes acústicos es la de impedir que los sonidos del exterior penetren al interior o conseguir que no salgan al exterior.
Para amortiguar el ruido de golpes o impactos se instalan aislantes acústicos en paredes, suelos y techos.
Dependiendo de dónde se instalen los aislantes cumplirán la función de reflejar los sonidos (impedir que entren) o absorberlos (evitar que salgan).
De este modo, hay que diferenciar entre dos técnicas:
Fases de actuación
Cada proyecto o espacio requiere de un tratamiento acústico especial ya que necesita definir sistemas de aislamiento, acondicionamiento acústico y refuerzo sonoro que se adecuen a sus necesidades y al cumplimiento de la legislación vigente, pero sin perder de vista el aspecto funcional y operativo de los mismos.
Se pueden estableces diferentes fases de actuación:
Estudio previo y diseño de soluciones acústicas especificas para cada proyecto tanto a nivel preventivo como correctivo.
Análisis y determinación de soluciones acústicas para los objetivos propuestos en cumplimiento con la legislación vigente.
Ejecución de medidas correctora en obra.
Certificación a través de una medición acústica, a la finalización de la ejecución de obra, del resultado del tratamiento acústico realizado garantizando el cumplimiento de la legislación vigente.